Para comprender esto, primero tenemos que hacer una división entre partículas fundamentales y partículas complejas. Hasta principios del siglo XIX se pensaba que el átomo era una partícula indivisible, como su propio nombre indica, pero el descubrimiento de los electrones, protones y neutrones nos hizo ver que el átomo estaba compuesto de esas tres partículas. Por lo tanto, tales partículas empezaron a ser consideradas como fundamentales. El problema llegó a mediados del siglo XX, con los primeros colisionadores de partículas, en los que se obs
ervaron partículas muy parecidas a los protones y neutrones, a las que llamaron hadrones. Esto llevó a los científicos a pensar que quizá hubiese más partículas, y esas no fuesen las fundamentales. Estaban en lo cierto, a partir de colisiones de más energía consiguieron identificar las partículas que componen a los neutrones, protones y hadrones, los quarks. Hoy en día seguimos considerando a los quarks partículas fundamentales. El electrón se considera partícula fundamental también, porque no se ha encontrado ninguna partícula que lo forme.
Existen seis tipos de quarks: up (arriba), down (abajo), charm (encanto), top (cima), bottom (fondo).
En estos aceleradores se descubrieron también todas estas partículas pero con carga de signo contrario, es lo llamado antimateria. Por ejemplo la antimateria del electrón es el positrón que es lo mismo que el electrón pero con carga positiva. Esta antimateria tiene
una característica especial: cuando se junta con la materia (por ejemplo un electrón colisiona con un positrón), se aniquilan la una a la otra y se desprende energía. En el CERN están intentando indagar sobre las propiedades de la antimateria, por eso se dedicaron a buscar el quark bottom, que tiene una propiedad muy especial: la belleza. Cada vez que ese quark se une a otro para formar nuevas partículas, le aporta al compuesto esa propiedad, por lo que se crea una partícula bella.
La partícula que consiguieron observar fue la partícula B+, que está compuesta por un quark up y un antiquark bottom, es por consiguiente una partícula bella. Esto sirve para medir las propiedades de las partículas bellas y de la antimateria, aunque resulta complicado, ya que las partículas que se obtienen de las colisiones en el acelerador duran unas fracciones de segundo. Aún así, el haber localizado la partícula B+ significa que el CERN está logrando sus objetivos, y que seguramente pronto tendremos más noticias del acelerador.
Esto es el resultado del choque de dos partículas en el acelerador